"Soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre"

martes, 1 de diciembre de 2009

Sobre la biblioteca de la Facultad de Psicología de la UANL (otra vez)

[Como ya tenía bastante olvidado el blog, y no he escrito más sobre adolescencia y rock, les pongo el artículo que escribí para la revista LA VOZ num. 5 Noviembre.]

Sobre la biblioteca Santiago Ramírez, el olvido de la historia y las “otras bibliotecas”.
Por Daniel Álvarez del Castillo
El presente articulo, es el resultado de la entrevista realizada en reciente fecha con el coordinador de la biblioteca, el maestro Gonzalo Díaz, y con la sub-coordinadora, la maestra Carmen Hernández.

Como ya se habrán dado cuenta, nuestra biblioteca esta en remodelación, al menos hasta el momento en que escribo esto. Se mejorará el servicio de préstamos, para hacerlo más ágil, se ganarán espacios y se dará mayor seguridad al acervo y al equipo de la biblioteca. En lo que va del semestre, según me comentó el maestro Gonzalo, se han adquirido alrededor de 600 libros. Por todo lo anterior, es justo que se reconozca el arduo trabajo del maestro Gonzalo y de la maestra Carmen, porque como ella me comentó, es un trabajo que casi nunca se nota, hasta que se deja de hacer.

Aun así, no puedo dejar de subrayar y comentar en voz alta (a fin de cuentas, este espacio no se hizo para mandar saludos) un “pequeño” detalle: el negligente trato que se le dio al aspecto histórico de la biblioteca.
Explico.

La remodelación de la biblioteca comenzó por hacer una limpia del acervo bibliográfico, cosa común que hacen todas las bibliotecas del mundo, descartando libros en mal estado. Existen una serie de criterios para descartar libros, tales como: que no se puedan hojear, le falten hojas, moho, etc., pero hay un criterio que no se tomó en cuenta: el valor histórico del libro. Valor que radica en el hecho de que haya sido donado por personas importantes para la historia de la facultad, o cuando se trata de un libro hecho por alumnos de la facultad, simplemente, cuando el libro dice más que solo las palabras que tiene impresas. Y por desgracia, fui testigo de cómo muchos libros con gran valor para la historia de nuestra facultad acabaron aventados en cajas de descarte, las cuales fueron regaladas a los compañeros de mesa directiva. Y muchos otros fueron reciclados como cualquier papel que ha sido usado.

Mentaré unos pocos ejemplos: ejemplares de la revista Imago, creada por alumnos del área clínica de nuestra facultad en la década de los 70s y 80s, libros donados por la Dra. Laura Achard, destacada psicoanalista uruguaya, por el Dr. Santiago Ramírez; memorias de congresos fundamentales para la historia del psicoanálisis en México, etc, Por mencionar algunos textos irremplazables.

Al preguntarle sobre esto al maestro Gonzalo, refiere que no hay un fondo o una comisión que se encargue de proteger los documentos históricos, y que el guardó los libros a los que supo reconocerles su valor histórico (no siendo el psicólogo ni, por lo tanto, ex -alumno de esta escuela). La maestra Carmen, encargada del acervo histórico y responsable del descarte, por otra parte, comenta que esos textos ya estaban en las cajas de descarte, y ella se limitó a agilizar el proceso. Total que nadie es responsable, es mas fácil aventar la papa.

Irónico que en Psicología nos olvidemos de la historia. Pero más irónico, por no decir, absurdo!, es que se abran nuevas “bibliotecas” dentro de nuestra facultad.

Me refiero a la reciente inauguración de la “biblioteca” del área conductual, y luego (cual niño pequeño y envidioso), la del área clínica, que creo que no se ha inaugurado, pero para allá va.

Esto genera, a mi parecer, más problemas que soluciones. Si bien es cierto, y no lo demerito, es bueno que se compren más libros y que los estudiantes tengamos mas a la mano los textos básicos para nuestra formación.

Pero los problemas son varios: a nivel administrativo, que se creen nuevas bibliotecas provoca que (si se entera) la Dirección General de Bibliotecas de la UANL deba registrarlas, es decir, genera gastos administrativos, porque se tiene que registrar cada libro, para que estén dados de alta en el sistema, además de que se deben de garantizar ciertos controles o medidas de seguridad para los textos, cosa que las nuevas “bibliotecas” no tienen.
En otro nivel, que se creen acervos alternativos provoca que se compita con la Biblioteca Santiago Ramírez (BSR), tanto en el aspecto económico, porque los recursos que normalmente se destinarían a esta van a dar a los acervos alternativos, y también compiten por la atención de los mismos usuarios, cuando un libro no esta en la BSR pero si en las otras. ¿Se entiende el absurdo? ¿Por qué gastar en crear nuevos espacios en vez de mejorar el que ya existe?

Y lo que me parece la más grande falta de criterio, es que se pretenda tomar libros con enorme valor histórico de la BSR, para llevarlos a una de las otras bibliotecas. Me refiero en particular a una edición de las Obras Completas de Freud que el mismo Santiago Ramírez donó a la facultad hace muchos años. Estoy consciente de que esto es un rumor (“de muy buena fuente”, citando a cierta coordinadora), como me lo aclaró el maestro Gonzalo, y lo citó: “Eso es un rumor, hay que desafectar esos libros, y debe de haber un oficio donde se solicite eso. Es algo informal.”, pero prefiero decirlo de cualquier manera, para hacer manifiesta mi opinión al respecto, que sería un acto de lo mas irresponsable y absurdo.

Con todo esto pretendo poner de manifiesto los absurdos en que cae nuestra facultad, y la manera irresponsable y negligente con que se trata a nuestra biblioteca. Y que los alumnos de esta escuela estemos más atentos a lo que sucede en ella.