viernes, 4 de noviembre de 2011
"Ofelia" de Juan Gelman, en Cólera Buey. Posdata Ediciones, Monterrey 2011.
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires
Ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
Ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por Florencia
tus pechos altos duros come il Palazzo Vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor desconocido
algo como tus pechos después de haber amado eras oscura Ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por las sombras con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y ellas venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho los ruidos de la Ofelia
antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón.
miércoles, 26 de octubre de 2011
miércoles, 19 de octubre de 2011
miércoles, 5 de octubre de 2011
But darlin' when I hold you, don't you know I feel the same?
Nothin' lasts forever and we both know hearts can change
And it's hard to hold a candle in the cold November rain
We've been through this such a long long time
Just tryin' to kill the pain,
But lovers always come and lovers always go
An' no one's really sure who's lettin' go today, walking away
And if we take the time to lay it on the line
I could rest my head just knowin' that you were mine, all mine
So if you want to love me then darlin' don't refrain
Or I'll just end up walkin' in the cold November rain
Do you need some time on your own?
Do you need some time all alone?
Everybody needs some time on their own
Don't you know you need some time all alone?
I know it's hard to keep an open heart
When even friends seem out to harm you
But if you could heal the broken heart
Wouldn't time be out to charm you?
Sometimes I need some time on my own
Sometimes I need some time all alone
Everybody needs some time on their own
Don't you know you need some time all alone
And when your fears subside and shadows still remain
I know that you can love me when there's no one left to blame
So never mind the darkness we still can find a way
Nothin' lasts forever even cold November rain
Don't ya think that you need somebody?
Don't ya think that you need someone?
Everybody needs somebody
You're not the only one, you're not the only one
Don't ya think that you need somebody?
Don't ya think that you need someone?
Everybody needs somebody
You're not the only one, you're not the only one
Don't ya think that you need somebody?
Don't ya think that you need someone?
Everybody needs somebody
You're not the only one, you're not the only one
Don't ya think that you need somebody?
Don't ya think that you need someone?
Everybody needs somebody
martes, 4 de octubre de 2011
Speak the words I wanna hear, to make my demons run
The door is locked now, but it's opened if you're true
If you can understand the me, then I can understand the you
Lay beside me, under wicked sky
Black of day, dark of night, we share this pair of lives
The door cracks open, but there's no sun shining through
Black heart scarring darker still, but there's no sun shining through
No, there's no sun shining through
No, there's no sun shining
What I've felt, what I've known
Turn the pages, turn to stone
Behind the door, should I open it for you?
What I've felt, what I've known
Sick and tired, I stand alone
Could you be there, 'cause I'm the one who waits for you
Or are you unforgiven too?
Come lay beside me, this won't hurt I swear
She loves me not, she loves me still, but she'll never love again
She lay beside me, but she'll be there when I'm gone
Black heart scarring darker still, yes she'll be there when I'm gone
Yes she'll be there when I'm gone
Dead sure she'll be there
What I've felt, what I've known
Turn the pages, turn to stone
Behind the door, should I open it for you?
What I've felt, what I've known
Sick and tired, I stand alone
Could you be there, cause I'm the one who waits for you
Or are you unforgiven too?
Lay beside me, tell me what I've done
The door is closed, so are your eyes
But now I see the sun, now I see the sun
Yes, now I see it
What I've felt, what I've known
Turn the pages, turn to stone
Behind the door, should I open it for you
What I've felt, what I've known
So sick and tired, I stand alone
Could you be there, cause I'm the one who waits
The one who waits for you
Oh, what I've felt, what I've known
Turn the pages, just turn to stone
Behind the door, should I open it for you
So I dub thee Unforgiven.
Oh, what I've felt
Oh, what I've known
I take this key (never free)
And I bury it (never me) in you
Because you're unforgiven too!
Never free
Never me
Because you're unforgiven too..
domingo, 11 de septiembre de 2011
De noche hay fiebres....
Viajes improvisados entre semana
mandar al carajo trabajo y escuela
noches interminables por carreteras atestadas
hoteles baratos y bares infectados de rock and roll
sueños interrumpidos por mensajes que esconden amores secretos
cervezas alemanas, portuguesas y rusas
y noches conduciendo por cuidades vacías
y rock and roll
miércoles, 20 de julio de 2011
Síndrome del Activista
Como contraparte a sus falsas críticas, se lanzan de cabeza a promover todo tipo de campañas "pro-positivas", es decir, a favor de lo positivo: de la paz, de la tolerancia, de la armonia. Hacen picnics en las avenidas, hacen campañas de abrazos, marchas por la paz, y toda una serie de acciones en favor de un concepto amibguo: "paz". No se dan cuenta de que con esto caen en la misma práctica que los políticos que denostan: la de los discursos vacíos y ambiguos, pero con un tono muy positivo.
Los pacientes con SA parecen tener especial preferencia por hacer su falso activismo en internet, un lugar seguro, confortable en el interior de sus hogares. Sienten que porque le dan "like" en el facebook a noticias y a comentarios relacionados con luchas sociales, ya están haciendo algo por ayudarlos.
Si el paciente tiene 2 o mas de las caracteristicas arriba mencionadas, en cualquier combinación, da positivo para Síndrome del Activista.
[Advertencia: el Síndrome del activista no debe confundirse con el activismo social. Las caracteristicas que diferencian al SA del activismo social se encuentrán en el primer párrafo.]
*Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales. Un manual inútil que usan los psiquiatras y los psicologos, dizque clasifica las "enfermedades mentales", sean lo que sean.
domingo, 26 de junio de 2011
Rodrigo Fresán. Esperanto.
En un ciber café olvidado por dios, donde por casualidades del destino venden libros muy baratos, y donde por casualidades de la vida fui a parar, algo llamó mi atención. Era de esas veces en que una punzada en lo profundo de tu consciencia de inyecta una dosis doble de intriga, de misterio. Fue algo que me despertó del letargo de un dia lento y caluroso. En fin, me despertó.
Empolvado, envuelto en su celofán original, con la etiqueta del precio ilegible por el inexorable paso del tiempo, un retrato de James Dean enmarcado en negro y con las palabras Rodrigo Fresán y Esperanto como autor y título respectivamente llamaron mi atención.
Entre los polvosos y viejos libros que vendían ahi, la mayoría biografías y novelas clásicas, un par de libros de Tusquets nuevos resaltaban como lingotes de oro entre colillas de cigarros. 39.90.
En definitiva tenía que ser mío.
Una grata experiencia ha resultado. Novela sencilla y profunda, sobre la vida misma. Sin grandes pretenciones, con tintes de rock y posmodernidad. Con aire beatnik, con botellas de cerveza, con bancas de parques, con retratos arrugados de amores muertos hace muchos años.
jueves, 9 de junio de 2011
En que las miradas se colorean de cálidos acordes.
Esas veces en las que las miradas huelen a chocolate.
Y la sencilla caricia de un dedo extraviado en un hombro desconocido
es suficiente para hacerte saltar de tu lugar.
Porque las palabras a veces no son necesarias,
pues las miradas tienen tantas dimensiones.
miércoles, 25 de mayo de 2011
viernes, 22 de abril de 2011
Km...
Sobre montículos de tierra y piedras,
Pasando matorrales y cadáveres,
Descubrí cierta necesidad (¿ganas?).
Unas ganas de noches pasadas
de borrachera y asientos contiguos,
donde aprovechas para recargarte en mis piernas.
Dulce sonrisa al calor de las heladas cervezas,
Come to me, sweet angel of hell. Komm zu mir.
viernes, 15 de abril de 2011
Resaca
de Nomeacuerdoquien,
Solías cantar estrofas en inglés y en español.
No se si te acuerdes cuando ibas en
brazos de un servidor. El que te sirvió de escape alguna vez.
Ahora ni versos en inglés, ni en francés, ni en alemán.
Solo esta maldita cruda, resaca de besos, hangover of love.
domingo, 10 de abril de 2011
domingo, 20 de marzo de 2011
sábado, 12 de febrero de 2011
Escritos sobre el moviento estudiantil de México 68
SEPTIEMBRE
Sábado 7. Mitin de 25,000 personas en Tlatelolco convocado por el CNH.
lunes, 3 de enero de 2011
Lluvia ácida
Lluvia ácida
Me había llegado con correo electrónico invitándome a un homenaje a Rockdrigo González, en el que fue su aniversario luctuoso numero 25. Ese era un sábado lluvioso, con un huracán amenazando en el golfo de México. Aun no eran las 8 de la noche, un cielo muy gris y muy cerrado se cernía sobre Monterrey, con lluvia intermitente, pero constante. Me dirigía al metro, estación Talleres. Un parejo mar de gente le hacia competencia al mar de agua en que se habían convertido las calles de la cuidad. Gente de todo tipo, edad, sexos y colores se abalanzaba al vagón del metro, todos queriendo entrar primero, no sé si para alcanzar un lugar sentados, por el miedo de quedarse afuera del vagón, o por la simple inercia de la vida agitada y acelerada en la que nos desenvolvemos. El caso es que todos quieren entrar primero, aunque eso signifique atropellar a quienes quieren salir del vagón. Como de costumbre no alcanzo lugar sentado. Así que escaneo el resto del vagón con la esperanza de encontrar un lugar vacío. Hay uno en medio del vagón, a un lado de un travesti. Me siento y a mi lado derecho hay un hombre de baja estatura y piel muy morena, parado, y balanceándose de lado a lado, amenazando con dar un costalazo cada vez que sus rodillas flaquean, ahogadas en alcohol, igual que él. Un guardia del metro que acababa de salir de su turno y se dirigía a su casa lo aborda, y lo acompaña hasta la estación siguiente, ante la mirada atenta y morbosa del resto de la gente del tren.
La lluvia ha hecho que me rastrase. Quedé de verme en la estación Del Golfo con David a las 7:40, son las 7:20 y apenas estoy en San Bernabé. Mi obstinación por llegar siempre a tiempo hace que saque de mi bolsillo el celular último modelo, de esos con lamparita, para avisarle a mi amigo que llegaré tarde.
El clima lluvioso ayuda a que el metro este bastante vacío. Una sensación de soledad acompaña al resto de la cuidad, cuyas calles se ven bastante solitarias. Es como si cada vez que lloviera sobre Monterrey, lo ácido de nuestra existencia se transfiriera al agua que cae, haciendo de esta una corrosiva lluvia que obliga a los habitantes de la ciudad a refugiarse en sus casas. Mejor para mí, camino con más tranquilidad.
Llego a Del Golfo a las 7:50. David no ha llegado. Abro mi paraguas, salgo de la estación para encender un cigarro. Un joven de brazos tatuados y ropa negra me mira con envidia, será por el cigarro o por el paraguas, o por ambos. Extraña combinación, un aparato de alambres y lona y un tubito de tabaco pueden ser objeto de envidia. Como quiera que fuese, faltan minutos para que oscurezca por completo, una llovizna se deja caer sobre la cuidad, el viento frío sopla llevándose el humo de mi cigarro.
En el siguiente metro llega mi amigo, sin paraguas. Caminamos por Colón, al lado de los cabarets, mientras David me platica de su fobia a andar por estas calles, en las que lo han asaltado a él y a sus colegas en varias ocasiones. A mi no me a ha tocado. La charla amena sobre películas de zombies hace mas corto el camino, y nos quita de la boca el tema de los asaltos, aunque no de nuestras cabezas.
Nos dirigimos a un lugar llamado El Pantano, muy ad hoc a la situación del Monterrey empantanado por un leve aguacero. La coneja, El shampoo, un bar anónimo de ficheras, El Palmas. Y mi amigo se lamenta al encontrar a El Mangoz clausurado. Caminamos por Carlos Salazar, una calle bien céntrica, en el primer cuadro de la cuidad, pero con ambiente de colonia marginal, con su aceras completamente oscuras, flanqueadas por edificios abandonados y en ruinas. Por fin llegamos. Un letrero de Carta Blanca con el nombre del bar nos da la bienvenida. Entramos con nuestros cigarrillos encendidos. El Pantano es un lugar de karaoke, pero con el estilo de cualquier cantina anónima del centro. Mesas de Carta Blanca, sillas negras, una barra bastante jodida, donde una señora de avanzada edad y corta minifalda atiende a los fieles parroquianos. Le pregunto temeroso si es el lugar del homenaje al profeta del nopal, me contesta que si, pero que es a las 9 de la noche. Fieles a la costumbre, citan a la gente 1 hora antes, para empezar 2 horas después.
Amenizados por los parroquianos que entonan sones de Joan Sebastian, de los cadetes, nos sentamos cerca de la barra a devorar cigarro tras cigarro, mientras 2 Indio esperan serenas en la mesa. Yo con ganas de hacer el ridículo, y de molestar a la gente del lugar, pongo una canción del Tri y una de Café Tacuba. La del Tri la canto con algo de pena, y la de Cafeta la canto acompañado de David, con más pena que yo. Pero los borrachos, lejos de molestarse, se divirtieron viéndonos hacer el ridículo, aunque no se atrevían a aplaudirnos con tanta euforia como lo hacen entre ellos.
Se termina la parte de rock, y seguimos con rancheras, boleros y demás. Bastante deprimentes canciones para un día de por si deprimente y gris.
Espejos, fotografías de Pancho Villa y posters de Tecate “adornan” las dizque blancas paredes del lugar, de lo que alguna vez fue una vivienda. Los rincones inútiles, el deforme patio y los improvisados baños hacen que el lugar tenga un aire surrealista. Mientras que 2 jóvenes con aspecto metalero sentados en una esquina son la cereza en el pastel, obviamente nosotros.
Como a las 9 de la noche empieza a llegar la gente que va al tributo. Desentonan igual que nosotros. Ya con un par de cervezas entre pecho y espalda, tengo que aventurarme al baño. Es como si toda la vibra triste se congregara en ese lugar. Las blancas y sucias paredes, el piso encharcado, el foco que proyecta una lúgubre luz amarilla, la cañería improvisada del mingitorio, el lavamanos igual de improvisado. Tengo que salir de aquí rápido.
Mesas llenas de rockanroleros y rucanruleros empiezan a poblar el antes triste bar, y le cambian completamente la cara. Las maduras meseras no se dan abasto con tanta mesa, y sus altos tacones y faldas no les hacen más fácil la tarea. Como a las 9 y media ponen un documental de Rockdrigo, mientras acaban de preparar el escenario que, claro que si, es una destartalada estructura de madera que tienen que empujar desde uno de los rincones hacia el centro del lugar. Ya a las 10, un joven de largo y alborotado cabello, ataviado con una sudadera gris bajo una camisa de cuadros desabotonada hace su aparición arriba del escenario. Se avienta 4 ó 5 canciones de Rockdrigo, la última, la balada del asalariado, hace del ahora alegre lugar una parodia de la vida de quienes asisten al karaoke bar regularmente.
10 y media. Nos largamos de ahí, pues mi amigo Josué organiza un tributo a la Parálisis Permanente (banda de post punk española de los80s) en lo que antes fue el Cine América, un cine porno, y ahora convertido en lugar de tocadas de rock, el Rock Amerika (si, con “k”, para enfatizar). Subimos a un taxi que se acaba de parar frente al Pantano para bajar a más banda rockera. Llueve más fuerte. Nos enfilamos por todo Carlos Salazar hasta Venustiano Carranza. El Siamesas, Tango, Sabino Gordo nos escoltan hasta llegar. 20 pesos. Lluvia.