"Soy la orilla de un vaso que corta, soy sangre"

miércoles, 27 de mayo de 2009

Una historia de prepotencia en la U.S.P. de la Facultad de Psicología de la UANL

Una historia de prepotencia en la U.S.P.
Sobre la falta de reglamentos válidos en la Facultad de Psicología. Primera parte

Cuando entré al área clínica, hace 2 semestres, elegí como centro propedéutico la Unidad de Servicios Psicológicos de la Facultad, sin la menor idea de los problemas a los que me enfrentaría por el solo hecho de llevar el cabello largo (el cual siempre me peinaba con una cola de caballo y mucho gel, por aquello que dirán que me veia desaliñado). Cuando la Lic. María Petra Segovia, quien sería una de mis supervisoras me hizo la entrevista para entrar a dicho centro propedéutico, tomó como tema principal de la entrevista el modo como tenía el cabello, como si eso determinara mi calidad de estudiante, o la manera en que pudiera hacer mi trabajo dentro de dicho centro. Me advirtió que debía de tomar terpia si quería entrar ahí, como si llevar el pelo largo fuera algún síntoma o señal de trastorno mental. Yo no quize hacer problema tan pronto y a todo le dije que si. En ese entonces la coordinadora del área clínica y de la U.S.P. era la maestra Carmen Hernández, quien me manifestó su apoyo de seguir con el pelo largo en la U.S.P., con una condición: el día que un paciente se quejara por mi modo de llevar el pelo me lo cortaría. Me pareció bien, pues estaba seguro que nadie se quejaría por una nimiedad como el modo en que el terapeuta se peina, sino por como trata a sus pacientes. Transcurrió el tiempo sin mas problemas, yo hacía mis prácticas, llevaba seminarios, llenaba reportes y todo en paz. Hasta que el periodo como coordinadora de la maestra Cármen terminó. Entró la Lic. Angélica Limón, y los problemas volvieron. La Lic. Segovia, en vista de la ausencia de la maestra Carmen, me exigió de nuevo cortarme el pelo, a riesgo de no permitirme asignarme pacientes. Al preguntarle las razones de tan arbitrario mandato, argumentó sobre la transferencia y la identificación de los pacientes. Lo cual carece de fundamento, dado que ningún psicoanalista se atrevería a decir la burrada de que el terapeuta deba tener el pelo de tal o cual manera. Inmediatamente solcité una cita con la nueva coordinadora. Pero cual sería mi decepción cuando escuche el argumento final de la Lic. Angélica Limón sobre mi situación. “A mi como mamá, no me gustaría que el terapeuta de mis hijos llevará el pelo largo”. Un argumento moral y en extremo subjetivo, sin fundamento legal, y discriminatorio. En ningún artículo de ningún reglamento se establece que los terapeutas de la U.S.P. deban llevar el pelo corto. Por lo tanto es una medida arbitraria y discriminatoria. Mi siguiente paso: poner una queja por escrito y solicitar la intervención del director de la facultad Arnoldo Téllez, quien siempre estuvo dispuesto a escuchar a los alumnos. Pero esta vez no. Esperé respuesta cerca de 4 dias, y solo obtuve de su secretaria la noticia de que había cedido mi caso a la subdirectora Maria Ester Rea, de quien escuché argumentos parecidos, que “si te ves mal”, “que la imagen de la facultad”, etc., pero eso sí, con una actitud mucho mas benévola y empática. Pero todos los argumentos que había esuchado hasta ahora estaban lejos de los que se esperarían de un psicólogo que entendiera 2 cosas sobre la subjetividad, y aún que entendiera de derechos y de discrminación. La subdirectora concertó una reunión con las personas implicadas en el caso, mi supervisora, mi coordinadora de área, la subdirectora y yo.En el debate argumeneté la falta de sustento legal de la medida y mi derecho a la libre expresión. Una vez mas sus argumentó no pasaron de los mismos argumentos morales que ya había escuchado. Pero una luz apareció, de la boca de mi supervisora: podía seguir en la U.S.P. con el pelo largo, si me cambiaba al horario de la mañana con otro supervisor.( entonces era el largo de mi pelo el problema? O era el supervisor?) Aun así, me pareció lo mas justo que habia escuchado durante esas semanas que duró el conflicto. Pero la coordinadora no permitiría tal cosa. Dijo terminantemente que si no me cortaba el pelo me expulsaría del centro propedéutico, mandándome a lugares donde no se tratan pacientes. Ante tal medida, no tuve mas que resignarme. Yo, ingenuamente, creí que en la facultad se respetaban esas cosas llamadas “derechos”. Nunca me imaginé encontrarme con personas que actuaran tan despótica y prepotentemente, ignorando derchos e imponiendo su ley.
Después de semejante experiencia no me quedaron ganas de seguir con el siguente nivel, la “honorable” comisión de honor y justicia.
El propósito de contarles este cuento de terror muy personal, es evidenciar la falta de reglamentos validados en distintas instancias de la facultad, sacar a relucir el raquítico reglamento de la U.S.P. cuyos escasos artículos dejan a consideracion de cada supervisor y coordinador muchas cosas. Además de no estar avalado por la UANL. Sirva esto como llamado de atencion para la Facultad, no puede dejar sin reglamentos a dependencias tan importantes como su Unidad de Servios Psicologicos. Y a los estudiantes: !legalicemos nuestro reglamento de sociedad de alumnos! Pero esa es otra historia.

Nota: aquí les copio el articulo 7 del reglamento de la USP, es el unico que se refiere en algo a la apariencia del terapeuta y dice asi:

"Articulo 7°. Es obligación absoluta del terapeuta asistir puntual, higiénicamente presentable, uniformado, y con el gafete de identificación a la cita con sus pacientes o clientes tomando en consideración lo siguiente:

• El terapeuta se presentará de forma adecuada a la ocasión a sus sesiones de trabajo.
• Es necesario que esté aproximadamente 15 minutos antes de la hora de su cita programada con antelación.
• Contar con un espacio limpio y en orden en donde se disponga a trabajar.
• Poseer el material requerido para trabajar en la sesión tomando en cuenta los objetivos planteados a la ocasión
• Contar con la disposición personal y necesaria para el trabajo con otros que así nos demandan."

1 comentario:

  1. a si ... esos MEGAINGORADOS conceptos de transferencia y contratransferencia ...
    habrá que hacer un "Transferencia y Contratransferencia for Dummies" porque jijo su verga...
    como sufrí el mal empleo de estos términos en estos días ...
    que Freud nos proteja wei, ahora resulta que tenemos que estar vestidos de Zara super ñoñetor a lo que los supervisoras tales consideren que es presentable
    AGH! ...
    Yo considereo una imagen que no de igual tantas pistas sobre mí es decisión personal, mi manera de vestir cuando tengo pacientes que iugal has visto es casual ñoñi, peor me gusta, no me quitare mis zapatos de tacón, ni que sean rojos blancos con florecitas o tal o cual...
    La calidad de mi trabajo no tiene que ver con eso ...
    Y tanto cerdo bañadito con pelo corto que hay ahi y ni quien diga algo
    !!!
    AGH! D:

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